Genial el concierto exclusivo que dio Rafa Pons en Cafetería Sant Jordi. Como siempre, Rafa no defrauda. Y no solamente eso, sino que mantiene al auditorio, por pequeño o grande que sea, con las ganas de más. Y eso que solamente se basta de su guitarra y su voz, como haría Sabina. Rafa se hace amigable y campechano, al tiempo que sintonizas con sus letras y piensas...ui, esto es lo que siento yo, aunque resulta que todos los que estamos allí pensamos igual. Larga vida a Rafita y tus fans que podamos disfrutar de tu música durante mucho tiempo. Por cierto, te veo llenando estadios en un futuro cercano. Apuesto por tí!

El concierto fue genial. El sitio muy guay y la gente superamable. Muy recomendable.